Por desgracia, las cosas buenas no duran para siempre, y Sensei Demura nos tiene que dejar hoy, ya que el próximo miercoles debe de ir hacia Japón, pero ha dejado su marca en todos nosotros.
Yo personalmente es la primera vez que asisto a un curso de Sensei, no así muchos de mis compañeros (entre ellos mi hijo) que ya lo habian hecho en anteriores ocasiones, aunque si tuve la suerte de conocerlo personalmente anteriormente.
Pero la verdad es que a las personas se las conoce en las distancias cortas, y la experiencia que tuvimos ayer un número muy reducido de alumnos de compartir unas horas en la intimidad con Sensei, fuera del tatami, no tienen precio.
Su carisma y fuerza a la hora de los entrenamientos, se convierten en privado en humildad, sencillez y desprende una calidad humana inigualable.
Os dejo, por ahora, ya que tengo que ir a tomar unas tapitas con Sensei para despedirnos.
Gracias por haber pasado estos días con nosotros.
Domo Arigato Gozaimasu Sensei.
Pongo un enlace a las fotos del Seminario.
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